lunes, 13 de enero de 2014

LAS RANAS TAMBIÉN SE ENAMORAN (Nº5)



Marta Rodríguez es una joven y divertida madre soltera que conduce una Honda CBF 600. 

Trabaja en el taller de moda flamenca de Lola Herrera, donde hace un poco de todo. Tan pronto soluciona temas de banco como diseña y cose el mejor vestido de flamenca. 

La vida de Marta, y su entorno, da un giro de 180 grados cuando el hijastro de su jefa, Philip Martínez, un empresario inglés, serio a la par que sexy, se cruza en su camino. 


¿Qué será Philip, una rana o un sapo más en el gran charco de la vida?



OPINIÓN

—Sí, tiene que ser moreno. Los rubios no son mi tipo. Donde este un morenazo, de piel curtida por el sol y latino, que se quite lo descolorido.

Pus sí queridas lectoras, así es como querrá Marta, nuestra protagonista, a su hombre. ¿Pero conseguirá lo que busca? O más bien…¿no busca nada y todo le viene de improviso?

—Brindemos porque Marta en el 2010 conozca una estupenda rana,
que le quite !to er sentio! Y que le haga olvidar los asquerosos sapos que ha conocido hasta el momento.

Con este cometido comenzará la aventura. Comienzo situándoos un poco: Marta trabaja junto a sus amigos, Adrián y Patricia, en el taller de Lola Herrera.

Nuestra protagonista tiene 32 años y una niña de 16, y para que no os pongáis como locas a hacer las cuentas os digo que, sí, la tuvo con la increíble edad (aunque hoy en día no es extraño) de 15 años.

Marta no tiene una vida nada fácil desde pequeña, pero os dejo que vosotras mismas descubráis los motivos, que no os dejarán indiferentes.

Lo que más he de destacar en esta novela es lo gracioso del acento sevillano aunque sean de madrid. Aunque dejadme deciros que no todos los andaluces hablamos así, y supongo que todos los sevillanos tampoco.

 A esto hay que sumarle las expresiones de Adrián, quién es gay y de lo más dicharachero que hay (siempre lo diré ¡pon un gay en tu vida! jajaja), y también las grandes dosis de bordería y malafolla’ que terminan de dar esa gracia y arte a la novela.

—!Ni hablar! Yo ni salgo, ni bailo. .Pero ¿estáis locos? .Que habéis
fumado vosotros? Que no… que no… que la voy a liar con estos
tacones y terminare espatarra en medio de la pasarela.

Momentazos de borrachera e intentar salir del coche con el cinturón puesto tampoco tienen desperdicio, para que os hagáis una idea de sus puntos de humor.

Por otra parte nos encontramos con nuestro protagonista masculino, Philip, cuya vida sin quererlo se cruzará con la de Marta, ya que su padre, Antonio, se casará con Lola Herrera.

En esta novela la frase: del amor al odio solo hay un paso, deberíamos invertirla, puesto que nuestros protagonistas cuando llegan a ceder a su orgullo (más bien tarde, para que nos vamos a engañar) son personas adorables, que pasan momentos geniales…

Durante dos canciones bailaron mientras hablaban y sonreían.
Verdaderamente cuando estaban juntos se divertían. Sus mundos
eran tan diferentes que tenían miles de cosas sobre las que hablar y sorprenderse. Philip, con ella se sentía relajado, y viceversa. Aquello era algo que irremediablemente les atraía y comenzaba a hacer que su trato fuera difícil de cumplir.

…hasta que recuerdan su maldito trato, que tiene que ver con lo siguiente:

—Como el de la oca. Pero esta vez se dice: de rana en rana y busco
otra porque me da la gana.

A partir de aquí decir que la historia está llena de altibajos, y que Vanesa (hija adolescente de Marta) no les pondrá nada fácil la relación. ¿Conseguirán superar todos los obstáculos y estar juntos?

Para no dejaron con la intriga digo que todos los presonajes de la historia (Adrián, Patricia, Karen “hermana de Philip”) acaban enamorados (diciéndose términos empalagosos como Honey, Cucuruchito, Bolita…), ¿será el caso de nuestros protagonistas?

Solo os adelantaré que el recelo de nuestro protagonista con respecto a los embarazos es enorme. Siempre intentan “pillarlo” con un hijo, y si a esto sumamos la actitud de Vanesa otra nueva trama se abre, de la que no os voy a desvelar mucho, solo decir que eso de que la adolescencia es una edad difícil ya no me vale, porque nuestro protagonista no es precisamente un adolescente y solo reaccionará a última hora. ¿Por qué los protagonistas siempre se dan cuenta de su profundo amor cuando están a punto de perderlo? (clásicos que no comparto y nunca llegaré a comprender).

Así que tengo que decir que me ha parecido muy largo es quedarme corta, pienso que en menos páginas se puede meter esta historia perfectamente. Y digo esto porque el comienzo del libro es un poco aburrido y lento, para mi gusto. Pero…¡no os asustéis!...poco a poco todo cambia.

Las últimas 40 páginas son las que más me han gustado con diferencia, de un libro que tiene casi 500, así que lo recomendaría por esas partes de humor y por la parte final que te hace querer matar al protagonista masculino (ya descubriréis por qué), pero para nada si lo que buscáis es un libro erótico, ya que aquí excepto en unas cuantas escenas, brilla por su ausencia.



VALORACIÓN