lunes, 13 de enero de 2014

TRILOGÍA ADIVINA QUIÉN SOY (Nº13)


ADIVINA QUIÉN SOY



Yanira trabaja de cantante en los hoteles de Tenerife. Está soltera y vive rodeada por su familia. Su vida es plácida y en cierto modo acomodada. Pero a Yanira le gusta experimentar cosas nuevas, y decide adentrarse en el mundo de los intercambios de pareja. En uno de los bares que frecuenta conoce a un italiano que le enseñará que el sexo va mucho más allá de lo que ella conocía hasta el momento. Un año más tarde se traslada a Barcelona y comienza a trabajar de camarera en un crucero de vacaciones llamado Espíritu Santo. En el barco también está Dylan, un atractivo empleado de la sección de mantenimiento que apenas le hace caso, a pesar de las continuas sonrisas de Yanira. Lo que ella no sabe es que la observa más de lo que cree, y a pesar de los malentendidos que surgen entre ellos, la atracción se hace latente y acabarán encontrándose y compartiendo un sinfín de juegos morbosos, divertidos y sensuales.


OPINIÓN

En esta ocasión Megan Maxwell no deja de sorprendernos con su dinamismo, lo que sumado a las fases de: incitación, estimulación, tentación, aceptación, mezcladas con lujuria, pasión, sexo, posesión y disfrute, nos da la combinación perfecta, para una vez más disfrutar enormemente con el primer tomo de esta trilogía.

Los protagonistas, como ya todas sabréis, son Yanira y Dylan, aunque al comienzo aparezca Francesco para descolocarnos. Decir que Francesco es el hombre, que por decirlo de alguna manera, introduce a Yanira en los clubs de intercambio de parejas.

Ella, con 25 añitos, es cantante en un hotel, y tiene carácter, así que no podrá estar con un niño soso. Para definir sus gustos os dejo lo siguiente:
A mí me gustan los maduritos, hombres interesantes con los que se puede hablar y que a la hora del sexo saben lo que se hacen.

Un año después se ve marchándose a trabajar en un crucero con su mejor amiga Coral, cuyas conversaciones no tienen desperdicio y os harán reír como tontas.

Y en este crucero es donde encontramos a Dylan, un puertorriqueño de 37 años, que hace las veces de hombre de mantenimiento, encargado del almacén, de abastecer la cocina…y que además de dejar encaprichada a la protagonista desde el primer momento, pero esconderá un gran secreto. Él no sucumbe a los encantos de Yanira, y esto la llevará a hacer toda clase de suposiciones, la más graciosa: es gay.

—Quizá te vuelva a llamar, creo que tengo por delante una noche larga. «Eso... encima restriégamelo por la cara, ¡asqueroso!»
Finalmente me contengo. Recuerdo lo que sé y me freno antes de hacer el ridículo. En ese
momento, lo oigo decir, mirándome con su cara de sobrado:
—Eres encantadora, pero no me interesas.
¿Cómo?
Joder... joder... joder... ¡Qué bochorno!
¿Cómo le he dejado ver lo que quiero de él?

El secreto de Dylan lo tendréis que descubrir por vosotras mismas, solo os diré, que Yanira comienza creyéndose una maestra en el tema de mostrarle el sexo femenino a un “supuesto gay”, pero cuando descubra la verdad no se sentirá como “la maestra” en el tema.

Dylan es un gran romántico, del tipo: ¡cásate conmigo el 14 de febrero!, todo lo contrario a Yanira, ¿pero los polos opuestos se atraen, o no?

—En mis ojos, fuiste mía desde el momento en que te vi en el Starbucks con tu amiga. En mi mente, eres mía desde que trabajabas en las cocinas y te vi sonreír. En mi cabeza, eres mía desde que probé la nata que tenías en la boca aquel día que te caíste. En mi corazón, eres mía desde que, como una leona, me hiciste el amor en el almacén. Y en mi vida, eres mía desde que hoy te he tenido para mí y me he dado cuenta de que eres mi mujer.

Otros diálogos que nos dejan ver el ingenio de la autora a la hora de sacarnos una sonrisa son estos:

—¿Trabajas aquí? —me pregunta Tony.
Mirándolo con cara de «¡Tú eres tonto!», le digo:
—No, qué vaaaaa... En realidad soy la dueña de la compañía, pero me gusta ponerme este ridículo uniforme con esta chapita para que todo el mundo sepa cómo me llamo, y recoger unas cuantas mesas. ¿Tú qué crees?
—Eso es lo que mi padre necesita. Ríete de él. Enséñale que tú también tienes carácter y así te lo ganarás. Si dejas que te venza, nunca te respetará, como nunca ha respetado a las mujeres de Omar.
—Tony —murmura Dylan, incómodo—, tengamos la fiesta en paz. Bastante incómodo ha sido ya todo como para...
—¿Me permites que me ría de él? —lo corto de pronto.
—No... joder. No quiero que te rías de mi padre.
Vale, lo entiendo. Yo tampoco querría que se riera él del mío, pero insisto:
—¿Y que le presente batalla?
Dylan resopla. No sabe qué decir y finalmente contesta:
—Escucha, cariño, ya lo has conocido. Nos podemos ir de aquí y no tienes por qué volver a verlo hasta el día de la boda. No pretendo que entres en su absurdo juego, no hace falta. Sé que me quieres y sabes que yo te quiero, ¡no necesito nada más!
Rabiosa por lo que ese jodido viejo es capaz de hacer para incomodar a los que tiene cerca, levanto el mentón y, mirando al maravilloso hombre que está a mi lado, propongo:
—Regresemos al salón.
—¡¿Qué?!
Tony sonríe, se me acerca y me da un beso en la mejilla. Y antes de entrar en la casa, me anima:
—¡Dale al viejo lo que se merece, Yanira!

Y uno de los momentazos en los que no podréis reprimir una carcajada es cuando ella se emborracha con su cuñado, ya me contareis que os ha parecido esa escena.

Pero todo en la novela no puede ser risa, flores y corazones…así pues un infarto inesperado al padre de Dylan, hará que todo se precipite…su separación…el despido inminente de las dos amigas…el regreso a casa.

No voy a ser mala y os diré que estos dos personajes se reencuentran, pero…¿podrá haber en su historia un…PARA SIEMPRE?

CONTINUARÁ…

Lo que me ha encantado de la novela:

-Yanira, puesto que su personalidad es muy parecida a la mía, vale que yo no soy cantante, ni lo quiero jajaja, pero sus gustos y actitudes son muy semejantes a los míos, además leyendo la novela me gusto más todavía, ya que creo que es la personalidad perfecta jajaja (Baja Modesto, que ya subo yo). Bromas aparte, es el personaje que más me ha gustado, espero que siga así en el resto de tomos.

Cosas negativas que le he visto:

-El ex novio de Yanira es un personaje, que sinceramente desde mi punto de vista, sobra. No tiene papel ninguno en la obra, así que se lo podía haber ahorrado. A no ser…que en los otros dos tomos aparezca.

-La amplia descripción que se hace de la familia de Yanira también me parece innecesaria, porque sí, los quiere y son una gran familia, pero realmente solo uno de los hermanos es el que tiene relevancia, y otro de ellos solo está en la novela para que entendamos porque dicen frases de la Guerra de las Galaxias, patético por cierto, y mira que yo me rio con una mosca, pero estas frases, que supongo que están puestas para dar un toque de humor, pero no tienen chispa ninguna.

-El rencuentro con Francesco un año después también me parece muy banal, para eso, no tendría ni que haberse dado este momento.

-El final de este libro, creo que es lo que más me ha decepcionado, porque vale que nos quiera dejar intrigadas, pero tampoco es que lo consiga sobremanera.




ADIVINA QUIÉN SOY ESTA NOCHE 




Yanira y Dylan se trasladan a Los Ángeles para organizar todos los preparativos de su boda. Allí las cosas se complican cuando una ex amante de él pierde los papeles y eso casi le cuesta la vida a la joven. Una vez recuperada, se casan y comienzan una vida pletórica y feliz. Ambos son dos fieras del sexo. Les gusta el morbo, la fantasía y experimentar cosas nuevas. Juntos inventan un juego llamado «Adivina quién soy esta noche», plagado de lujuria, posesión y sensaciones donde los límites los ponen ellos mismos.

Todo marcha a las mil maravillas, hasta que Yanira regresa a los escenarios. Lo que para ella es un sueño hecho realidad, para Dylan será el punto de partida de muchos problemas, desconfianzas, celos y rupturas que se multiplicarán con el malmeter de la prensa. Yanira y Dylan no podrán evitar que sus vidas se descontrolen de una manera que ninguno de ellos pudo nunca imaginar.



Adivina quién soy esta noche es una novela llena de humor, donde la sexualidad y sensualidad de los protagonistas harán que tu cuerpo entre en combustión. Con seguridad, cuando cierres el libro, buscarás a tu pareja y le susurrarás al oído, dispuesta a jugar: «Adivina quién soy esta noche».

OPINIÓN



Una vez más nuestra querida Megan Maxwell no deja de sorprenderme y como en todos y cada uno de sus libros me ha hecho llorar y reír. He de decir que el primer libro no me gustó en demasía, pero este segundo me ha encantado, puede deberse a las similitudes que le he encontrado con la trilogía Pídeme lo que quieras, que a mí sí me gustó, aunque a la otra parte de este blog no tanto jajaja

Ahora sabemos que Tifany, cuñada de Yanira, las salva a ambas del accidente que se relata para finalizar el primer libro, y deciden no tomar represalias contra la desquiciada ex de Dylan.

Ankie, abuela de Yanira, tendrá un papel importante en este segundo libro, ya sabéis que nuestra Megan nunca dejará un libro completo sin introducir en la historia a una abuela cañera ¡joder... joder con mi Lobaabuelacienta!, y esta es ella, que tiene un amor Ambrosius:

—He conocido muchas mujeres, incluida a la madre de mis dos hijos, que un día se marchó para no volver, gracias a Dios. —Todos ríen, aunque yo no le veo la gracia—. Pero mi preciosa Ankie es la única que me robó el corazón y nunca me lo ha devuelto. Hace ya varios años nos reencontramos por casualidad en un concierto en Londres. Ella actuaba con su banda y yo con la mía y, amigos, ¡las chispas saltaron de nuevo! —La gente silba—. Pero por aquel entonces cada uno tenía su vida y decidimos proseguir con ellas. Aunque ante vosotros reconozco, y ella lo sabe, que pese a que desde entonces no nos hayamos visto más de diez veces, la adoro con todo mi corazón.

El libro está cargado de tonterías que a cada segundo te sacan una sonrisa:

—Hoy quiero ampliar las seis fases del orgasmo a siete. Quiero que conozcas un nuevo nivel que llamaré fase estrellada.
—Quiero que tras tu fase homicida veas las estrellas.
Resoplo y me río. Mi chico y su particular sentido del humor me hacen feliz.

Aunque por su amiga sabrá que existen 7:

—Lo que oyes... Joaquín me ha hecho descubrir la fase gravitatoria.
«Tras la séptima fase en la que veo las estrellas, la octava me hace gravitar a través de ellas durante minutos y minutos y minutos, mientras él me amasa y me reboza en harina. Por el amor de Dios, Yanira, mi astronauta me hace tener unos orgasmos increíbles y larguísimos, mientras me pregunta eso de «¿Dónde está la harina?»

No me preguntéis por qué, pero en este segundo libro sí que me podido imaginar a Dylan como alguno de los guaperrimos de Anatomía de Grey, y esto me ha encantado =)

—Si no estuviéramos donde estamos, te arrancaría el vestido. Esta noche voy a poseer con deleite cada milímetro de tu cuerpo, caprichosa.

Llega el momento de la boda, y lo más importante la noche de bodas, pero vamos a ver (modo indignación del día ¬¬), tu recién esposa se lo está pasando genial en la fiesta que le has preparado TÚ para después de la boda, ¿y ahora te la quieres llevar de allí lo antes posible?, pues mira te jod…, si no, no haberle preparado nada.

Y para colmo llega la mañana siguiente en la que él se porta, mal no, lo siguiente (vamos que si me lo hace a mí me divorcio, aunque luego el muchacho se porta y vale sí lo perdonaría jajaja), vale que esa noche es importante y ella no debería haberse emborrachado tanto para estar con su maridito, pero oye Dylan que es solo una noche, que vas a tener el resto de tu vida para foll… con tu mujer.

Cuando vuelven a la rutina todo es diferente, ni mejor, ni peor, solo diferente. Y pasamos al parecido razonable con Pídeme lo que quieras, aunque el resultado no es el esperado si es el normal, pero solo al comienzo, porque con sus juegos de Adivina quién soy…todo cambia y pasaremos de tríos a cuartetos en pocas páginas.

—No quiero que te mire a los ojos. —Me entra la risa, pero él no se ríe cuando continúa—: No prometo más de lo que he dicho. No sé si llegado el momento voy a ser capaz de ver o hacer lo que propongo, pero estoy tan excitado que, si tú quieres, sólo tengo que llamarlo y en veinte minutos estará aquí.
—Tranquilo, Dylan, cariño.
—No sé qué me ocurre, Yanira. Quiero hacerlo, me excita lo que imagino, pero... pero... luego no puedo... Me vuelvo loco. No puedo.

Otras escenas en las que no podréis evitar soltar una carcajada:

-La noche de terror con Dylan

-Noche de peli porno y puesta en práctica

-La escena del rodillo:

—Yanira —me corta—, tengo suficiente dinero como para pagar a profesionales que hagan esto. No sé por qué tienes que hacerlo tú.
Ese comentario me toca las narices. Tengo en la mano el rodillo empapado en pintura, según él, rosa, y, sin cortarme un pelo, se lo paso por la impoluta pechera. Le acabo de jorobar el traje, la corbata y la camisa.
Me mira alucinado por lo que he hecho y exclama:
—Pero ¿por qué has hecho esto?
Soltando de mala gana el rodillo en el suelo, respondo:
—Tranquilo. Tienes bastante dinero como para comprarte otro traje.

Los celos de Dylan en esta nueva vida aumentan, pero por suerte los cojo…de Yanira y el amor, hacen que todo se soluciones rápido (ainsss si todo fuese así de fácil Maxwell).

—Yanira, tengo unos cuantos años más que tú y sé qué es lo que algunos hombres quieren de ti.
—No digas tonterías —protesto—. Nadie se me ha insinuado y...
—¡Les arranco la cabeza si lo hacen! —grita, fuera de sí

Tifany con su selecciónate y suprímete, abre los ojos y decide dejar a Omar, por fin, pero ahora que Preciosa la ve como una madre es difícil, aunque esto no evitará que haga ver a su maridito lo importante que es en su vida, y que no es una rubia tonta como todos creíamos, hasta el ogro Anselmo, padre de Dylan, se da cuenta de ello (ES UN AMOR, cuando quiere jajaja)

Pero todo no podían ser flores y corazones, así que un duro golpe llega a las vidas de Dylan y Yanira, son cosas que pasan, pero la mayoría de las veces tenemos que buscar culpables, y ella fue un poco inconsciente poniendo su vida en riesgo por seguir su sueño, así que la franja que se abre en la relación es abismal. Cosa que no justifica lo que hace Dylan (modo indignación 2 del día), ¡Hombres del mundo nunca hagáis a una mujer lo que no os gustaría que le hiciesen a vuestras hijas, GRACIAS!


¿Superarán este bache en su relación?, ¿será tradición familiar divorciarse dos veces y casarse 3? Pues para ello adentraos en la maravillosa lectura de este libro.



VALORACIÓN